Jerome Berryman en 2006
Junto con la Fundación Godly Play, la asociación Godly Play España anuncia con gran tristeza el fallecimiento del creador del método Godly Play, Jerome W. Berryman. Falleció el 5 de agosto 2024 a la edad de 87 años tras una larga enfermedad, en su casa de Denver, Estados Unidos. Su amada esposa, Thea, y su hija Coleen le precedieron. Le sobreviven su segunda hija Alyda y una gran familia.
La contribución de Jerome a la espiritualidad infantil es inconmensurable. A través de su método muchos niños y adultos se han acercado al kerygma de la fe en Jesús a través del juego, la imaginación, la mente y el corazón, comprometiéndose con la construcción del Reino de Dios.
Jerome mostró a lo largo de toda su vida un compromiso firme por “tomarse en serio” a los niños y sus experiencias espirituales. Ese interés estaba profundamente arraigado en su propia infancia en Ashland, Kansas. En conferencias y en sus libros, a menudo relataba cómo, de niño, se encontró con lo que él llamaba el “Dios poderoso” en momentos de profundidad espiritual, gracias también a adultos que le apoyaban y a través del contacto con la naturaleza. Estas experiencias fueron vívidas y transformadoras y dieron forma a su temprana comprensión de la divinidad. Sin embargo, Jerome sentía un marcado contraste entre este Dios personal y dinámico y el “Dios iglesia”, más rígido y formal, que se presentaba en las instituciones religiosas.
Esta discrepancia le hizo querer salvar la distancia entre las experiencias vividas por los niños y las enseñanzas religiosas formalizadas.
Muchos años después, cuando Jerome asistió como estudiante a un seminario sobre educación cristiana, le inquietó que el contenido de la formación no tuviera nada que ver con las experiencias espirituales vividas por los niños. El ambiente académico puso de manifiesto las insuficiencias de la concepción actual de la educación religiosa. Esta constatación se convirtió en el catalizador de su misión de buscar un nuevo enfoque. Junto con su esposa Thea, Jerome se propuso desarrollar un concepto de educación religiosa y espiritualidad que reconociera la importancia central, la capacidad y la competencia de los niños. Aprendiendo junto a Sofía Cavaletti, encontró en los principios de la educación religiosa de Maria Montessori un camino para responder a la necesidad espiritual de los niños, adolescentes y jóvenes.
A lo largo del proceso, Godly Play nació en 1974, con el primer espacio conceptual en la Iglesia Presbiteriana Pines de Texas. Poco después, Jerome construyó un espacio experimental Godly Play en el Texas Medical Center Institute of Religion. En estos espacios cuidadosamente comisariados, Jerome y Thea trabajaron con niños durante casi 15 años. Aprendieron de los niños contándoles historias y observando cómo se preguntaban, imaginaban y creaban.
Jerome sabía que estaba en el camino de algo importante. En 1991, compartió sus conocimientos con el importante libro Godly Play: A Way of Religious Education. El interés por Godly Play se extendió rápidamente por Estados Unidos mientras Jerome viajaba por todo el país contando historias y enseñando a otros a narrar historias y a crear materiales. A medida que crecía el interés, Jerome se dio cuenta de que no podía mantener a los practicantes él solo. Así que, junto con su hermano Tom, creó Godly Play Resources en Ashland, Kansas, para proporcionar materiales a los narradores. Poco a poco, los guiones para presentaciones del tipo Godly Play se fueron extendiendo. Los narradores recibieron formación como formadores para apoyar a los nuevos narradores. Jerome fundó el “Centro para la teología de la infancia” en Houston, Texas, creando un punto central de contacto para formación, ofertas académicas, investigación, desarrollo de historias y materiales.
La labor académica de Jerome Berryman y la amplitud científica de su trabajo son absolutamente impresionantes. Con incansable creatividad, lanzó la publicación de la serie de libros La guía completa de Godly Play (8 volúmenes, 7 de ellos ya traducidos al español y el último en preparación) en 2002. Describió los principios prácticos de Godly Play (Teaching GodlyPlay. How to Mentor the Spiritual Development of Children, 2009, publicado en español como volumen 1 de la Guía) y las referencias a la pedagogía Montessori (The Spiritual Guidance of Children. Montessori, Godly Play and the future, 2013). También en 2009, presentó un análisis teológico-histórico de la comprensión de los niños (Children and the Theologians. Clearing the Way for Grace). En 2017, cuestionó radicalmente lo que significa realmente la “madurez espiritual” a la vista de los dones de los niños (Becoming Like a Child. The Curiosity of Maturity beyond the Norm). Jerome también trasladó su planteamiento al marco de la educación cristiana doméstica (Stories of God at Home, 2018, publicado en español como volumen 5 de la Guía). La lista de publicaciones puede consultarse en https://www.godlyplayfoundation.org/research/berryman-bibliography.
Solo con esta breve e incompleta lista nos damos cuenta de que la muerte de Jerome es también una enorme pérdida para la erudición en educación religiosa. John Hull lo describió acertadamente como uno de los últimos eruditos brillantes del cristianismo del siglo XX.
Mientras tanto, Godly Play se ha convertido en un movimiento mundial y está activo en más de 65 países. Los guiones se han traducido a 30 idiomas. Cientos de formadores y miles de narradores participan en todo el mundo. Basándose en la obra de Jerome Berryman, se invita a niños de todo el mundo a los círculos Godly Play para que den sentido a sus límites existenciales a través de las historias, el asombro y el juego.
Jorge A. Sierra, presidente de Godly Play España recuerda: “Jerome se mostró siempre muy cercano al desarrollo de Godly Play en España y muy interesado por los nuevos caminos que buscábamos para ayudar a los niños a encontrarse con Dios. Se mostró siempre modesto y dispuesto a aprender… ¡solo hacían falta unas pocas palabras para poder jugar juntos alrededor de la Palabra! Su sensibilidad y su fe profunda, también en los momentos finales, ha marcado para muchos de nosotros un camino para crecer como discípulos de Jesús”.
Heather Ingersoll, directora ejecutiva de la Fundación Godly Play, escribe: “Desde que asumí este cargo en 2020, he tenido el privilegio de estar en contacto con Jerome casi todas las semanas. Es difícil describir a alguien que ha sido una de las mentes más brillantes en educación cristiana y espiritualidad infantil y, al mismo tiempo, tan práctico, agradable y amable. Su incansable compromiso por garantizar que nuestros espacios religiosos y académicos honren los itinerarios espirituales de los niños es inspirador y ha sido un regalo transformador para todos los que han entrado y entrarán en contacto con su trabajo”.
Cheryl Minor, directora del Centro de Teología de la Infancia, afirma: “Conocí a Jerome en 1992 y cambió toda mi vida, como lo ha hecho para tantos otros. Será un honor para mí proteger su legado y continuar la defensa de la infancia en el debate académico y la práctica eclesiástica. En Godly Play hablamos a menudo de finales que son también comienzos. Que así sea mientras lloramos la pérdida de Jerome y continuamos su obra en el mundo”.
Jerome Berryman fue un erudito, un profesional, un profesor y un apasionado defensor de los niños. También fue un querido amigo y mentor de narradores, personal, educadores e investigadores de Godly Play en todo el mundo. Todos echaremos de menos su risa contagiosa, su ligereza y su compromiso inquebrantable de poner a los niños en el centro. Jerome nos dio una forma de relacionarnos con los niños, entre nosotros y con Dios que es honesta, valiente y profundamente atractiva. Mientras lloramos su muerte, sabemos que su camino, su don, perdura en todos nuestros círculos de Godly Play.
(Comunicado oficial -en inglés- de la Fundación Godly Play aquí)
6 de agosto de 2024