He aquí una cita de un artículo que he encontrado en Internet:
«En las enseñanzas de nuestras distintas creencias, todos tenemos importantes enunciados sobre los niños, su valor y su importancia. El siguiente extracto de la declaración en el lanzamiento de la Red Global de Religiones a favor de la Niñez resume nuestra consideración sobre el niño y su importancia: “ ‘Cada niño que nace viene con el mensaje de que Dios no se ha olvidado de la humanidad’, observa el poeta Rabindranath Tagore. Cada religión considera a su propia manera que la dignidad real e inviolable del niño está determinada por la realidad. Por este motivo, la realidad de un niño expresa –para cada religión de una forma distinta– el misterio y significado de la existencia humana. Todas las personas de creencias religiosas están de acuerdo en que cada niño es una promesa, un regalo sagrado, un compromiso del devenir. Nuestras diversas visiones religiosas le dan forma a nuestros enfoques para con los niños; nos llaman al arrepentimiento, a la esperanza, al compromiso. Los niños son nuestra fuente de esperanza, guardan una promesa, y nos ratifican lo sagrado de la realidad. Tenemos fuerza gracias a ellos y a los compromisos que hacemos unos con otros por ellos.” ¹
Dada la importancia y el valor que le damos al niño, el desafío para nosotros es como involucrar a los niños en su crianza y en la formación de su fe. En su libro, Espíritu del Niño ², los investigadores británicos David Hay y Rebecca Nye exploran la espiritualidad infantil, su comprensión de Dios, y las formas en que se puede nutrir la conciencia espiritual. A los escritores les preocupa la conciencia de las relaciones instintivas del niño, sea esa relación consigo mismo; con otros; con los animales, la naturaleza y todo el universo creado; o con lo Divino.
¿Cuándo y cómo creamos un espacio para los niños y los involucramos en la reflexión sobre lo sagrado de la experiencia del proceso de la vida? Si vamos a ayudar a respetarnos plenamente los unos a los otros, los niños deben entender que su tradición de fe, su falta de tal, o su orientación paternal/ comunitaria/ moral/ filosófica, constituye una poderosa fuerza formativa y determinante en sus vidas.»
1 Mensaje en el lanzamiento de la Red Global de Religiones a favor de la Niñez (GNRC).
2 Hay, David & Nye, Rebecca. Spirit of the Child (Zondervan, 1998).
¿Cuándo y cómo creamos un espacio para los niños y los involucramos en la reflexión sobre lo sagrado de la experiencia del proceso de la vida? ¡Pues, Godly Play, por supuesto, proporciona uno de estos espacios de reflexión!