Durante este mes de mayo no ha habido invitaciones para dirigir seminarios o talleres de Godly Play, de modo que he tomado una semana de vacaciones en la casa de mi hijo y su familia en Galicia. Estas visitas siempre me proporcionan buenas oportunidades para practicar algunas de las historias de Godly Play con mis nietos. Nada más llegar, Dani, el más pequeño de la familia, me pregunta si he traído figuras. ¡Ellos son mis conejillos de Indias, especialmente para ensayar lecciones que para mí son nuevas! Sus reacciones a las historias me ayudan a mí, y a ellos les encanta el Godly Play.
Esta vez contamos las historias del Buen Pastor y la Comunión Universal, la Sagrada Familia, Jesús y los Doce, y el Misterio de Pentecostés. Además, mis nietos participaron en un pequeño taller en el que construyeron sus propios materiales para la historia del Buen Pastor.
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