(MADRID, 15/03/2011) «Los hospitales públicos de Madrid podrán contar, a partir de ahora, con un servicio oficial de ministros de culto evangélicos. El convenio firmado el pasado viernes 11 de marzo de 2011 entre la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y el Consejo Evangélico de Madrid (CEM) -en el marco de los Acuerdos de Cooperación firmados por Ferede con el Estado español en 1992- dará derecho a la asistencia religiosa evangélica a los pacientes de esta confesión –o para quien lo solicite- en centros o establecimientos hospitalarios públicos, y supone dar completa cobertura legal a la figura de los denominados ‘Capellanes protestantes’…»
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Surge la pregunta sobre la capacidad que tendrán estos nuevos capellanes de ofrecer asistencia religiosa o dirección espiritual de calidad a los niños y niñas hospitalizados en estos mismos centros públicos. El pasado mes de octubre, tuve la oportunidad de presentar Godly Play a aproximadamente 40 participantes en la primera Conferencia de Asistencia Religiosa Evangélica en Hospitales. Hubo gran interés por parte de los asistentes en este método probado, que ha sido usado durante muchos años por capellanes de hospitales en EE.UU. y también en Europa.
Sin embargo, no tenemos noticia de ningún plan inmediato de formación en técnicas de pastoral infantil. El CEM ha ofrecido algunos cursos generales, centrados (se supone) en la asistencia religiosa y la orientación espiritual de adultos, y estos cursos sirven de base para la acreditación de los nuevos capellanes. Parece que no hay planes para ofrecer formación más especializada hasta al menos 2012. Es de esperar que la asistencia religiosa evangélica contemple cuanto antes las necesidades espirituales de los niños y niñas que se encuentran hospitalizados, y que los capellanes protestantes sean formados adecuadamente, igual que en otros países, para responder a las mismas con los suficientes conocimientos y experiencia.
Foto: Javier Fernández Lasquetty, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid (izq.), y Manuel Cerezo, secretario ejecutivo del CEM, durante el acto de firma del convenio | Manuel García Lafuente