elmundo.es / Obituarios

Madeleine L’Engle, fallecida el 6 de septiembre a los 88 años, ha sido una de las escritoras juveniles más originales y refrescantes del panorama literario norteamericano. Pero su obra literaria va más allá de las fábulas para niños, incluyendo poesía, obras de teatro, libros de meditación religiosa, y autobiográficos. Sus obras, elementos de ciencia ficción mezclados con una espiritualidad heterodoxa, se enmarcan dentro de una lucha cósmica entre conceptos antitéticos como la luz y la oscuridad, el amor y la indiferencia.

Su libro más conocido, Una arruga en el tiempo, una obra que fue rechazada por 26 editoriales hasta caer en las manos de una pequeña firma neoyorquina, cuenta la historia de una niña que, a través de los poderes de su hermano, rescata a su padre de un planeta controlado por la Cosa Oscura. Actualmente se encuentra en su edición número 69.

Madeleine L’Engle Camp nació en 1918. Fue la hija única de una habilidosa pianista y un crítico de teatro y música, y pronto mostró un talento natural para la literatura. A los cinco años escribió su primer cuento, y a los 10 ganó un concurso de poesía. De hecho, sus poemas eran tan buenos que una profesora llegó a acusarla de plagio.

Después de pasar por dos internados, uno de ellos en Suiza, su primer trabajo fue como actriz de teatro en una modesta compañía. Su carrera no despegó, pero le permitió conocer al que se convertiría en su marido, el actor Hugh Franklin.

Madeleine L’Engle publicó su primer libro, La pequeña lluvia, en 1945. Sin embargo, unos 10 años después pasó por una crisis creativa que estuvo a punto de poner fin a su carrera literaria. Afortunadamente, durante unas largas vacaciones con su familia en un camping, encontró la inspiración que necesitaba para dar un salto cualitativo en su carrera y alcanzar la fama.

Aparte de La arruga del tiempo, su obra más reconocida la forman los cinco libros dedicados a los entresijos de la familia Austin, el primero de los cuales apareció en 1960. Entre sus libros para niños destacan ‘A Wind in the Door’, ‘A Swiftly Tilting Planet’, ‘Many Waters’ y ‘An Acceptable Time’.

No obstante, no todo el mundo supo apreciar el universo fantástico de Madeleine. A pesar de ser cristiana, los fanáticos religiosos le acusaron de dar una imagen falsa de Dios, y de instigar en los pequeños creencias profanas. De hecho, La arruga del tiempo ha sido uno de los libros más veces perseguido en la historia reciente de los EEUU.

Durante más de 30 años, Madeleine combinó su pasión por escribir, con el trabajo de bibliotecaria en la biblioteca de la Catedral de Saint John the Divine, en Nueva York.

Foto: La autora en el año 2001 (George M Gutierrez / The New York Times)

————-

En Godly Play se usa como recurso el libro de Madeleine L’Engle, The Glorious Impossible (Un imposible glorioso) para complementar la lección sobre ‘El Misterio de la Navidad’. Se trata de un relato sencillo y hermoso de la vida de Jesús de Nazaret, acompañado de ilustraciones de los célebres frescos de Giotto, que se encuentran en la Capilla Scrovegni en Padua.